Durante esta sesión, experimenté la importancia de compartir lo que uno hace con otras personas para conocer diversos puntos de vista. Al presentar mi Ejemplo de estudiante a mis compañeros de este taller, y someterlo a su evaluación, me doy cuenta de que hay diversas maneras de hacer las cosas y que a veces no siempre se transmite, mediante un ejemplo, lo que uno quiere expresar. Al recibir comentarios y sugerencias de los demás, se enriquece mi trabajo.
Así que después de esta actividad, el haber tenido la oportunidad de leer sobre el hecho de involucrar a los alumnos en su proceso de evaluación, pues fue bastante enriquecedor. A partir de lo que compartieron todos los equipos puedo concluir que, si se está buscando una forma de trabajo distinta dentro de las aulas, también la forma de evaluación debe cambiar. Ya no podemos seguir siendo el profesor que "pone calificaciones", sino que debe ser el alumno, con el apoyo del docente, quien debe tener claro lo que se espera que aprenda y lo que él mismo desea aprender, de tal forma que sea el alumno el responsable de su aprendizaje y también de su evaluación.
El aprendizaje y la evaluación van de la mano, y en ambos procesos el alumno deberá tomar un papel activo, si lo que queremos es que se apropie de las competencias para la vida.
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